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¿Cuáles son sus mayores miedos al tratar a un paciente?
Descubriendo la otra parte.
Itamar M. Friedlander
Ortodoncista en Clínica friedlander
Decidí estudiar ortodoncia porque durante la carrera, cuando haces las prácticas, era la rama que más me interesaba, la ortodoncia requiere mucho pensamiento, mucha planificación, no es un trabajo mecánico. Por ejemplo hacer unos empastes, llega un momento que es un trabajo bastante mecánico y sí que requiere habilidad y pensamiento, pero al final es muy mecánico.
En la ortodoncia cada vez que ves a tus pacientes tienes que hacer una “assessment” una valoración del paciente, tienes que tomar decisiones durante el tratamiento, planificar… y esa es la parte que más que más me ha gustado siempre, el tener que pensar, el tener que tomar decisiones, en una planificación y ver que esto se ejecuta correctamente.
También hay otro tema y es que la ortodoncia es la única rama de la odontología en 4D, que quiere decir, que tú pones un alambre en un paciente, o un alineador y no pasa nada, tienes que esperar tiempo para que todo suceda. No es una satisfacción inmediata, hay que esperar, hay que sembrar, para que de aquí a un año y medio o dos tengas los resultados que tú buscabas. Y eso creo que es la parte que más me motiva de la ortodoncia.
¿Cambiarías algo de lo que has hecho a lo largo de tu carrera?
¿Quién no cambiaría cosas a posteriori? lo que pasa es que creo que no es justo, ni hacia ti, ni hacia otros, juzgar lo que sabías o lo que no sabías hace años, juzgado con lo que sabes ahora.
Cambiaría muchas cosas y dedicaría más tiempo al diagnóstico, cosa que ahora para nosotros es fundamental en la clínica. Lo que también haría es decidir abrir una clínica con múltiples especialidades como la que tenemos ahora, con 10 u 11 profesionales, eso lo hubiera hecho de entrada, pero todo tiene su tiempo, todo tiene su momento correcto en la vida y en la carrera profesional, y al final todo cae por su propio peso, sucede cuando tiene que suceder.
Entonces cambiaría muchas cosas, pero, no me arrepiento de nada, todo lo que se ha hecho en el camino se ha hecho con mucho amor y cariño hacia la profesión y hacia las personas que tratamos. Realmente no veo errores en el camino, sino aprendizaje.
¿Existe algún paciente que te negarias a tratar?
Por supuesto que hay pacientes que decidimos no tratar. Nosotros tenemos una manera de trabajar, que hemos decidido como equipo, y es no ceder a las tendencias comerciales que hay ahora en el mercado.
Por ejemplo, hay muchos pacientes que buscan ponerse carillas, cuando los dientes están perfectamente sanos y bonitos. Lo que pasa que han visto a un Influencer en Instagram y quieren ponerse los dientes de esta persona, nosotros aquí no lo hacemos. No consideramos que un chaval o una chica de 19 – 20 años tenga que llevar toda la boca llena de carillas porque lo ha visto en redes sociales, para nosotros un error.
Otro ejemplo son pacientes que requieren un tratamiento de cirugía ortognática y que el paciente no quiere cirugía ortognática. Si nosotros no podemos mejorar algo en este paciente, decidimos no tratarlo, antes que perjudicar o enchufar un tratamiento que no lo requiere.
Y el tercer grupo sería derivar, antes yo derivaba mucho cuando no estaba en esta consulta, pero ahora tenemos un equipo espectacular, yo creo que los mejores trabajan aquí, entonces no nos solemos derivar porque lo podemos hacer todo aquí con muy buen nivel. Lo único que derivamos es la cirugía ortognática, que se hace un ambiente hospitalario, pero no más.
De hecho si puedo añadir algo, ese es el concepto de esta consulta, que el paciente que entra aquí y tenga los mejores especialistas en odontología.
Cómo es tu paciente ideal clínicamente hablando
El paciente ideal clínicamente hablando no se si existe. El paciente ideal clínicamente hablando son los casos más sencillos que se pueden tratar. Pero el paciente ideal de forma general sería un paciente colaborador, un paciente que es el que buscamos en esta clínica, un paciente que busca buen tratamiento, está dispuesto a pagar un precio correcto por ese tratamiento, quiere saber de su salud le importa su salud, es decir cuando nosotros hacemos el comentario del caso y le explicamos al paciente el plan de tratamiento, o antes de esto el diagnóstico, el paciente se entera y le interes. Ese es el que va a ser el paciente colaborador, que entiende, que ayuda en el tratamiento y que nosotros buscamos en esa consulta. Queremos pacientes conscientes de sus problemas, conscientes de las complicaciones y las dificultades, y también el resultado final, que si al final es bueno que valoren tu trabajo, que no piense, bueno cualquiera me lo puede hacer.
Describe el caso clínico más complejo que has tratado
El caso clínico más complejo no sé si tengo uno, últimamente tenemos muchos pacientes que vienen de de las típicas franquicias dentales, donde no se ha trabajado bien, pacientes que ya han sido tratados y que nos derivan para arreglar los problemas que han creado, estos pacientes son los más complejos por varias razones.
Primero el paciente emocionalmente/psicológicamente ya está cansado, ya está en un momento negativo, no es iniciar de nuevo, es la decepción por volver a iniciar, no es iniciar desde cero, es iniciar de menos veinte… con lo cual el caso es mucho más complejo y muchísimo más costoso para el paciente.
Yo creo que ahora el 30% o 40% incluso de los pacientes han sido tratados en el pasado y nos dedicamos cada vez más a arreglar problemas. Muchos compañeros nos derivan pacientes y muchos pacientes nos encuentran por Internet y esos son nuestros pacientes ahora, pacientes complejos adultos la mayoría, tenemos a Ruth que es fantástica y que tiene su parte grande que atiende niños, pero los adultos son los más difíciles.
¿Qué temores o miedos puede tener un dentista a la hora de asumir un tratamiento?
El temor principal es la comunicación con el paciente, que el paciente no entienda lo que nosotros queremos hacer, y esa es la parte que más cuesta realmente, la comunicación entre personas.
Una vez hecho el diagnóstico yo creo que realmente las cosas están claras, no no hay magia, eso se puede hacer eso no se puede hacer, eso se hace de esta manera o de otra manera, cuando hay algún diente que su supervivencia es dudosa pues se le avisa al paciente… Temores realmente ante el tratamiento no hay, pero, la mayor preocupación que tenemos, es que el paciente entienda bien lo que le vamos a hacer, que el paciente entienda el valor del tratamiento más allá del precio.
En esta consulta trabaja en un grupo de 11 o 12 personas y todos están muy implicados en los tratamientos de sus pacientes, son grandísimos profesionales y cada uno lo da todo en los tratamientos, y esto es muy complicado… cómo lo transmites a un paciente, cómo le enseñas esto al paciente. Esa es la mayor preocupación que yo tengo, ese mensaje que queremos dar es la parte más difícil me parece.
¿Existe la improvisación en la odontología o está todo escrito?
Creo que la virtuosidad de los profesionales es a la hora de improvisar. Si bien creo que estudiamos los casos de manera muy exhaustiva para no tener que improvisar, pero en el cuerpo humano y en los tratamientos siempre hay cosas que surgen, que no has planificado y no todo funciona al 100% como tú quieres. Creo que la grandeza de un profesional es, si, solucionar los casos complejos, pero sobre todo cómo evitar los problemas y cómo salir de los problemas si se han creado. La improvisación en principio no nos gusta, pero cuando hace falta pues se hace y cada uno con su ingenio.
¿Cómo lidias con un mal día de trabajo?
Una pregunta difícil, cómo lidio con un mal día de mi trabajo, pues sobre todo haciendo deporte, salir a correr es para mí un momento de meditación… y mucho pensamiento positivo, saber que hay días así, e intentar que al día siguiente sea un mejor día, no hay mucho más.
¿Qué es últimamente lo que te emociona más en tu trabajo?
Últimamente lo que nos emociona, ¡a mí me emociona muchísimo!, lo que nos emociona es que tenemos un protocolo bastante novedoso de combinación de cirugía regenerativa más ortodoncia.
Nosotros dentro de los tratamientos estamos limitados, cuando movemos los dientes no los podemos mover más allá de su propio hueso y con la ayuda de esas técnicas regenerativas podemos aumentar el rango de movimiento de los dientes.
Sabemos que no hay nada de este estilo, ni publicado, ni nadie ha hecho y junto con Antonio, que es nuestro cirujano, estamos muy emocionados porque es un proyecto novedoso y cuándo trabajas con personas que siguen mismo el mismo rollo, la misma locurita de la odontología, realmente pueden salir cosas muy interesantes, y ese es uno de ellos.
Estamos viendo unos resultados increíbles en pacientes con problemas importantes y muy severos y yo creo que en un futuro esto se puede convertir en el nuevo estándar de la odontología. La ortodoncia siempre ha intentado evitar la cirugía porque es más invasivo, pero ahora estamos viendo que a largo plazo ese tratamiento más invasivo a largo plazo es muchísimo más conservador, porque estamos salvando dientes, estamos ampliando el movimiento de los dientes sin perjudicarlos y esto es una cosa jamás vista realmente, y ese si que es una proyecto que nos que nos emociona muchísimo.
¿Qué diferencia a un buen dentista de uno extraordinario?
Una pregunta que creo que es aplicable a cualquier ámbito de nuestra vida, solemos hacer muy bien o excelente lo que nos gusta, y lo que no te gusta sueles hacerlo con esfuerzo, más o menos y tal. Si no vives (no diré pasión, porque está de moda la pasión y el coaching) cada uno es como es y tampoco puedes exigir a todo el mundo que tenga pasión por el trabajo, pero si, los dentistas o los profesionales excelentes son los que viven viven la profesión, los que se van a su casa y no dejan de pensar en cómo mejorar y cómo tratar de maneras diferentes, de buscar soluciones innovadoras cada vez… es todo esto.
Y cuando tienes además tienes un equipo de profesionales un equipo auxiliar tremendo que te apoya en todo, el crecimiento es es muchísimo más rápido, es como una explosión de ideas. Y eso es lo que diferencia los que van a trabajar y hacen su trabajo medianamente bien o más o menos, y el dentista como en nuestro caso, los dentistas que viven su trabajo, que les apasiona su trabajo, y esos son los que van a buscar la excelencia, la excelencia no como resultado sino como el camino a mejorar cada vez, y creo que es este, es el amor por lo que haces.
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