Muchos pacientes que acuden a nuestra consulta para consultar sobre su tratamiento de ortodoncia comentan que los dientes se le han ido apiñando por culpa de las muelas de juicio.

Una paciente echó la culpa a las muelas de juicio, convencida de que su extracción pararía el proceso, después de hacerle una ortopantomografía (radiografía panorámica) vimos que no tenía las muelas de juicio y es evidente que las muelas de juicio o cordales no son los culpables.

En una revisión de muchos artículos que estudian la relación entre el apiñamiento anterior y las muelas de juicio llegaron a las siguientes conclusiones:

  1. No hay evidencias científicas que demuestren un papel determinante de los terceros molares en el apiñamiento antero-inferior, aunque sí pueden tener un papel coadyuvante en la génesis de éste o agravar un problema ya existente.
  2. Los factores que causan el apiñamiento antero-inferior es de carácter multifactorial, ya que intervienen muchos factores causales.
  3. Debido a la falta de evidencias científicas, no está justificada la extracción de los terceros molares para prevenir el apiñamiento. (puede estar justificada por otras razones como infecciones, quistes etc)
  4. Sólo estaría justificada la extracción de los terceros molares cuando sea necesario distalar (tirar hacia atrás) los sectores posteriores de la arcada y evitar así la extracción de premolares.

La extracción preventiva de los terceros molares, o muelas de juicio, para evitar el apiñamiento antero-inferior no se apoya en una base científica, puesto que no se puede demostrar que exista una relación directa causa-efecto entre los terceros molares y el apiñamiento del grupo antero-inferior. Se trata más bien de un problema multifactorial, ya que intervienen muchos otros factores. Por lo tanto, debemos darle al tercer molar un papel secundario como coadyuvante o agravante del apiñamiento.

muelas del juicio foto 1

¿Por qué se me mueven los dientes?

Se trata de una pregunta muy común. Entre los diferentes factores asociados  al apiñamiento (sin incluir el tercer molar) podríamos distinguir:

  1. Crecimiento mandibular: debido a un incremento importante del crecimiento longitudinal de la mandíbula que no es acompañado por el maxilar, produciéndose así linguoversión y apiñamiento de los incisivos inferiores. (Clases III)
  2. Anchura y longitud de la arcada: debido a una disminución de la longitud y la anchura durante la edad adulta. Relacionan esta disminución de la anchura de la arcada con la linguoversión de los incisivos. También se sabe que, a partir de los 45 años, los cambios que se produzcan en la mandíbula no son significativos.
  3. Disminución de la distancia intercanina mandibular: se trata de un proceso fisiológico que ocurre durante la maduración de las arcadas dentarias que, en caso de no ser compensado, provocará apiñamiento.
  4. Rotación mandibular: el patrón de rotación de los maxilares influye en la dirección de erupción y en la definitiva posición antero-posterior de los incisivos.
  5. Maduración de tejidos blandos: la presión ejercida por labios, mejillas y lengua puede jugar algún papel en el apiñamiento antero-inferior si se rompe el equilibrio entre ellos.
  6. Estructura dentaria: no está muy claro que sea un factor etiológico significativo en el apiñamiento, se han encontrado pequeñas diferencias respecto al tamaño dentario, presentándose mayor tamaño en los dientes cuando se encontraban retenidos los terceros molares.
  7. Factores oclusales: el vector resultante de las fuerzas que se producen por los contactos dentarios en oclusión céntrica es mesial (hacia adelante). Estas fuerzas van a ser transmitidas a través de los puntos de contacto hacia los sectores anteriores de la arcada, pero es probable que dichas fuerzas no representen un factor importante, ya que, a pesar de ser intensas, son de corta duración.

Cabe destacar el desajuste oclusal que pueden provocar los desgastes interproximales (puede haber cierta correlación del apiñamiento con la falta de desgaste de los incisivos debido a la dieta actual), las pérdidas dentarias, las caries interproximales, las inclinaciones incisales o la movilidad de los incisivos por enfermedad periodontal.

  1. Cambios en el tejido conectivo: la pérdida ósea como resultado de la edad o de la enfermedad periodontal puede facilitar el movimiento dentario ante presiones que antes eran capaces de resistir.
  2. Dientes supernumerarios: pueden ser la causa de apiñamiento debido a la falta de espacio que generan
  3. Genética: para algunos autores, este es un factor fundamental, ya que los factores más importantes son de causa genética (evolución dentomaxilofacial, tamaño dentario –macrodoncia–, longitud y anchura mandibular); además, hay otros factores que también pueden tener componente genético, como los dientes supernumerarios, los patrones faciales heredados o la fusión dental.
  4. Factores ambientales: hay estudios que sugieren que algunos tipos de apiñamiento pueden aparecer a causa de diversos factores ambientales en combinación con otros factores.
  5. Hábitos: como el de succión también han sido descritos como factores causales del apiñamiento.

Por todo lo anterior podemos concluir que los cordales no son los responsables del apiñamiento del cual se desconoce la causa exacta.

Y la extracción no debe ser por motivos preventivos del apiñamiento, sino por otros motivos como infecciones, quistes, mala higiene por difícil acceso, daño a dientes adyacentes etc.

Gómez S, López C, Leco I. ¿Son los terceros molares capaces de apiñar los dientes anteroinferiores? Valoración de las exodoncias de los terceros molares. Cient Dent 2007;4;2:171-175.

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