Las infecciones odontogénicas, es decir, las infecciones que tienen su origen en los dientes, son muy frecuentes y representan el 10% de las prescripciones antibióticas en España. El 90% de adultos en España presentan caries, un 50% gingivitis y un 30% periodontitis, por lo tanto el riesgo de padecer un absceso dental es muy elevado si no se tratan estas patologías. 

¿Qué es un absceso dental?

El absceso dental es la acumulación de pus causada por la infección bacteriana de los tejidos que rodean a un diente o a un implante. El absceso se puede formar en diferentes regiones por distintos motivos, estos son los tipos de absceso dental según su localización:

  • absceso periapical, el que se produce en el ápice del diente o punta de la raíz
  • absceso periodontal, se produce en las encías

La causa de un absceso dental es la filtración de bacterias dentro del canal o conducto radicular del diente o en la parte más profunda del tejido que rodea la raíz del diente. Las bacterias se pueden filtrar a la pulpa dental a través de una caries, una fisura o una fractura del diente pero también a través del ligamento periodontal, que une la raíz al hueso, cuando se padece gingivitis o periodontitis.

Síntomas de un absceso dental

  • DOLOR. El principal síntoma es el dolor aunque no siempre se manifiesta. Este dolor es intenso, persistente y pulsátil, y puede irradiar a otras zonas de los maxilares, mandíbula, cuello y oído. 
  • SENSIBILIDAD. También suele aparecer sensibilidad al frío y al calor, a la presión y al masticar. 
  • APARICIÓN DE UN BULTO. El paciente normalmente nota un bulto o grano en la encía o paladar.
  • INFLAMACIÓN. La inflamación de la encía y de la cara es muy frecuente al igual que la inflamación y dolor de ganglios linfáticos cercanos a la zona de origen del absceso que además puede provocar dificultad para tragar.
  • PUS. La salida o drenaje del pus cuando el absceso madura, que suele ir acompañado de sabor y olor desagradable, normalmente alivia el dolor.
  • FIEBRE Y MALESTAR. En casos muy graves o en abscesos de grandes dimensiones puede aparecer fiebre, malestar general y dificultad para respirar o tragar.

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Tratamiento del absceso dental

Es muy importante consultar con tu dentista si aparece algún síntoma de absceso dental ya que el tratamiento normalmente implica antibióticos además de la eliminación de la causa que lo ha provocado (caries, necrosis pulpar, fractura de un diente, periodontitis, etc). 

El tratamiento dental más frecuente en estos casos es el tratamiento de conducto o endodoncia y la reconstrucción del diente. En casos menos favorables será necesaria la extracción del diente que causa la infección. 

Un absceso nunca se cura sin tratamiento, a veces si consigue drenar (salida de pus a través de una fístula u orificio) el dolor disminuye o desaparece temporalmente, pero el origen sigue en la boca y se volverá a reproducir tarde o temprano. A veces el absceso se cronifica y va drenando el contenido purulento que el paciente traga. Si el absceso no drena y no se trata puede extenderse a otras partes del cuerpo, como la cabeza, cuello, pulmones, corazón o mediastino. En casos extremos podría producirse una bacteriemia, una entrada de bacterias en la sangre y causar una sepsis, infección potencialmente mortal que se disemina por todo el cuerpo. 

¡ATENCIÓN! Si aparece fiebre, hinchazón en la cara y dificultad para respirar o tragar y no es posible acudir a un dentista es importante acudir a un servicio de urgencia para recibir atención médica ya que estos síntomas pueden indicar que la infección se ha extendido a tejidos circundantes y puede empeorar gravemente.

Cómo prevenir un absceso dental

  • Mantener una buena higiene oral: cepillarse adecuadamente y pasar el hilo dental ayudará a mantener una carga bacteriana baja alrededor de los dientes y por tanto ayuda a prevenir caries y enfermedades de las encías. El uso de un enjuague bucal con flúor puede ayudar en la prevención de la caries. 
  • Acudir al dentista al menos una vez al año para descartar caries, y realizarte una higiene dental para eliminar el sarro.
  • En caso de padecer enfermedades de las encías es imprescindible el tratamiento periódico de la patología mediante limpieza bucal y mantenimientos.
  • Reducir el consumo de azúcares: el azúcar es el alimento de las bacterias por lo que una dieta equilibrada y baja en azúcares puede ayudar a prevenir la caries.
  • Algunos medicamentos pueden causar como efecto secundario una disminución de la cantidad de saliva y por tanto un aumento del riesgo de caries. En estos casos se recomienda aumentar el consumo de agua y la frecuencia del cepillado dental. 

Conclusiones y consejos

Ante la aparición de un absceso en tu boca consulta lo antes posible con tu dentista.
La principal causa es la caries por lo que es importante mantener una adecuada higiene oral y una dieta equilibrada. Es importante realizar una revisión bucodental al menos una vez al año.