Los dientes de leche o dientes primarios son primeros en salir en todos los seres humanos, son temporales, pero no por ello menos importantes. Alimentación, estética, hablar correctamente, desarrollo de los maxilares y ser la guía que mantiene el espacio para los futuros dientes permanentes, son algunas de sus funciones más importantes.

Ver vídeo:

Los dientes de leche son diferentes físicamente que los dientes permanentes en varios aspectos:

  • La corona, parte externa visible que está recubierta de esmalte, es más pequeña y achatada, pero las áreas de contacto entre las piezas superiores e inferiores es más amplia y plana.
  •  La dentina (lo que está debajo del esmalte y le da coloración al diente) tiene un milímetro menos de grosor que un diente permanente, lo que los hace más susceptibles a que una infección como la caries, llegue más rápido a la pulpa, el interior del diente conectado a los nervios y flujo sanguíneo.
  • Su raíz es más delgada y larga, ayudando así a que el recambio de dientes sea más fácil.

¿A qué edades salen y se caen los dientes de leche?

A algunos bebés alrededor de los 4 meses ya tienen su primer diente, otros llegan al año sin ninguno todavía. En cualquier caso no hay que preocuparse, la aparición de los dientes de leche varía de un niño a otro por factores genéticos, hábitos de alimentación y desarrollo. Solo en el caso de que a los 15 meses no hubiese síntomas de erupción, habría que comprobar que todo esté correcto visitando a un odontopediatra.

Este es el orden más habitual en que salen los dientes de leche:

  • 6-8 meses incisivos centrales inferiores.
  • 7-10 meses incisivos centrales superiores.
  • 8-10 meses incisivos laterales superiores.
  • 10-14 meses incisivos laterales inferiores.
  • 14-20 meses molares internos superiores e inferiores.
  • 16-24 meses caninos superiores e inferiores.
  • 24-30 meses molares externos superiores e inferiores.

Lo más importante a tener en cuenta respecto a cuándo salen los dientes de leche no es el orden o la edad a la que salen, es que erupcionen con simetría, es decir, que cuando salga un diente del lado derecho salga el mismo del lado izquierdo poco tiempo después, si esto no sucediera es importante acudir al odontopediatra.

A partir de los 5/6 años con la aparición de los primeros molares, empieza el recambio o caída de los dientes de leche, y llegando a los 12-13 años la mayoría de las personas tienen todos los dientes permanentes ya erupcionados.

Cuidados de los dientes de leche

De los 0 a los 5 meses, iniciar cuanto antes la higiene dental:

Masajear las encías de tu bebé con una gasa húmeda o con un dedal de silicona le acostumbrara a la manipulación de su boca y tendrá un impacto positivo en su proceso de dentición.

Además de seguir esta recomendación hay que tener la precaución de no transmitir la saliva de la madre, padre o cuidador del bebé. Esto no es solo recomendable en esta etapa, sino que es algo a tener en cuenta siempre.

De los 6 a los 12 meses, primeros dientes de leche, primera visita al odontopediatra:

En esta época es normal que erupcionen los primeros dientes. Desde su aparición es recomendable cepillarlos dos veces al día, con una cantidad del tamaño de un grano de arroz de pasta dental fluorada, que de 0 a 2 años debería ser como mínimo de 1000 ppm (partes por millón de flúor). No te dejes llevar por la edad que ponga en el envase o por el hecho de que tenga dibujitos infantiles en la parte frontal. Lo recomendable es leer en la etiqueta la cantidad de flúor que contiene.

Es ideal hacer la primera visita al odontopediatra en esta edad, no solo para recibir pautas específicas para el cuidado de los dientes de leche, también para revisar el frenillo, problemas de deglución, recibir consejos de alimentación, pautas para dejar el chupete y biberón, etc. La primera visita con el odontopediatra es una mezcla entre educación y resolución de dudas para los padres y la oportunidad de conectar con los niños y establecer buenos hábitos de higiene dental.

2 años, fuera biberón y fuera chupete:

Con esta edad tu hijo ya no debería usar ni biberón ni chupete para promover el correcto desarrollo de su boca, y debería seguir con la costumbre de cepillarse dos veces al día con una pasta de entre 1000 ppm y 1400 ppm, y la cantidad del tamaño de una lenteja.  

Es aconsejable su dieta incluya alimentos que le impliquen un esfuerzo para masticar, por ejemplo, pan de barra, manzanas, zanahorias crudas, etc. Esto ayuda a desarrollar sus maxilares y ayuda a que haya espacio para sus futuros dientes permanentes.

Si hay un cambio de color en los dientes de tu hijo o si sufre un traumatismo dental acude inmediatamente al dentista.

De 3 a 5 años, mantener los buenos hábitos para llegar más lejos:

En esta etapa tu hijo/a debería tener ya los 20 dientes primarios, seguir con el hábito del cepillado dos veces al día repasando su trabajo de cepillado y el uso de la seda dental una vez al día.  En este período ya puedes usar una cantidad mayor de pasta de dientes de 1450 ppm de flúor, el tamaño recomendado sería el de un guisante.

El consumo de azúcares debería limitarse a una pequeña cantidad los fines de semana. Si consigues acostumbrar a tu hijo a tener buenos hábitos alimenticios y de higiene dental estarás haciendo mucho para que tu hijo preserve sus dientes en buen estado por mucho tiempo.

A partir de los 6 años, primera revisión con el ortodoncista:

La edad comprendida entre los 6 años y hasta que han hecho el recambio completo de dientes de leche, es la edad perfecta para que, si es necesario, se puedan prevenir falta de espacio para los dientes permanentes y problemas de mordida. En esta edad es común que, si hay falta de espacio, se recomienda llevar un aparato removible para favorecer la expansión de los maxilares.

Cómo cepillar los dientes de leche

De los 0 a los 3 años:

Son los padres los que deben cepillar los dientes del niño, luego dejar que él lo haga incorporando el juego y las canciones. Se debe usar un cepillo de dientes pequeño con cerdas suaves y pasta dental fluorada (1000 ppm como mínimo) con la cantidad del tamaño de un grano de arroz. Usar la seda dental una vez al día para eliminar restos de comida que puedan quedarse entre los dientes y muelas.

De los 3 a los 8 años:

Dejar que vayan ganando poco a poco más autonomía, pero siempre un adulto repasando al final del cepillado para certificar que ha retirado toda la placa. El cepillado debe durar entre 2 y 3 minutos con una pasta de dientes de entre 1000 y 1450 ppm de flúor, el tamaño recomendado de pasta sería el de un guisante. Y seguir con el hábito de la seda dental para eliminar restos de comida entre dientes a los que el cepillo no llega.

Cepillar los dientes de leche de tu hijo es el inicio para establecer buenos hábitos de higiene, pero es cierto que puede convertirse en todo un reto, en una visita al odontopediatra te pueden dar muchos consejos de cómo hacerlo efectivo y divertido, además de ayudarte a elegir una pasta dental para que realmente proteja sus dientes, la cantidad que poner dependiendo de su edad y propensión a caries, la importancia del uso de la seda dental desde pequeños y resolver otras dudas que te puedan preocupar del caso concreto de tu hijo.

Problemas en los dientes de leche

Debido a sus características físicas, los dientes de leche son muy susceptibles a los problemas dentales, especialmente a las caries. La caries en dientes de leche es una enfermedad infecciosa azúcar dependiente muy común en los niños, influyen también la genética y la calidad de la higiene dental para su aparición, pero es sobre todo la alimentación rica en azúcares la que la promueve.

Las caries en su etapa inicial se manifiestan como manchas blancas (que pueden pasar desapercibidas fácilmente al principio) en esta fase su tratamiento es sencillo e indoloro mediante la remineralización y protección del diente afectado, sin embargo, debido a la anatomía de los dientes de leche, ésta avanza con rapidez si no es tratada, lo que provoca cavidades de un color más oscuro, más profundas y dolorosas.

Las caries en dientes de leche deben ser tratadas (aunque es un hecho que algún día se caerán) la infección puede llegar a transmitirse a los dientes permanentes que se están formando en el interior del maxilar. Es importante establecer un calendario de visitas al odontopediatra dependiendo de la propensión de tu hijo a desarrollar caries.

Tips para hacer más fácil la visita al dentista para niños

  • Intenta que tu hijo haya descansado y que no tenga hambre, esto ayudará a que esté de buen humor y sea más fácil conectar con el.
  • Evita términos como “miedo al dentista” o “no sentirás dolor”, al explicarle lo que sucederá en su visita.
  • Te recomendamos que pongas tu mejor cara y dejes que sea tu hijo y su especialista los que generen su propio vínculo sin intervenir, si fuera necesario tu apoyo la odontopediatra te lo indicará.
  • Si la visita no sale como esperabas no te enfades. No será el primero que cierra la boca durante una visita al dentista y tampoco será el último. Cada niño tiene su ritmo y su proceso, y en él hay que confiar.
  • Anímale después de la visita haciendo comentarios sobre la valentía con la que de ha enfrentado a su miedo y explicándole que tu también has sentido lo mismo, pero que cuidar de nuestra salud es lo más importante.